PENSAR EL FUEGO: Confrontaciones sobre lo escénico

PENSAR EL FUEGO: Confrontaciones sobre lo escénico (2020)

En el comienzo de su antología del 2009, Rodrigo García escribe: “Metidos en un libro, estos textos se sienten extraños. Ellos vivieron y ardieron en el teatro. Ahora ocupan un volumen como si de un saco de cenizas se tratara”.

A su modo, lo deja claro: EL TEATRO ES FUEGO. Hace más de 2500 años que el teatro es el fuego que no cesa. Sin embargo, este año, como en el tiempo de la peste negra, la pandemia sopló sobre esa flama y la redujo a brasa expectante, a potencialidad de incendio en reserva, a luz encendida sobre el escenario por el último técnico. Les artistas de lo escénico apuramos nuestros ingenios para renovar la llama. Algunes experimentamos con ese lenguaje pródigo de lo videístico y las posibilidades de las redes en la web; otres trocaron sus balcones y livings en improvisados escenarios; y otres decidieron encontrarse, para discutir y discutirse, para volver a pensarse una vez más.

Esta propuesta trata de eso último. Desde “TRES COLECTIVOS”, que integramos Kalibán Usina Teatro y Laboratorio de Práctica Teatral y la combinación que resulta de ambos, continuamos desarrollando el ciclo de encuentros que denominamos “confrontaciones”, para posibilitar acercamientos y puentes entre quienes conformamos este gran corpus de artistas de lo escénico de todo el país, y volver así a PENSAR EL FUEGO.

Mucha es el agua que ha corrido bajo los puentes de lo escénico desde que comenzó la
pandemia en nuestro país y en el mundo entero. Mucho para repensar y encenderse, también, en cuanto a lo social y a lo político, pertinencias ambas del arte todo. Y con la misma exaltación y alegría con que Ceres recibe a su hija de las entrañas de la tierra, reverdeciendo los campos y las sequedades, encendiendo el hemisferio de un nuevo ciclo de vida, así volvemos a encender nosotres este FUEGO que no cesa.

Posicionamiento

La etiqueta “artes escénicas”, tantas veces usada en la actualidad, es útil para referirse en conjunto a muchas disciplinas que resultan excluidas por la definición tradicional de teatro, que no incluye las diferentes teatralidades de la contemporaneidad.

Hace ya un tiempo, les artistas/creadores de lo escénico empezaron a sentir la necesidad de ampliar esa idea restrictiva, diluyendo las fronteras entre las diferentes disciplinas y apelando a la hibridez, la diversidad, la heterogeneidad y la desjerarquización, características fundamentales del hacer en la escena contemporánea.

Desde el ámbito académico han surgido nuevas categorías, como la que plantea José A. Sánchez de “teatro en el campo expandido” (2011) a partir del concepto que introduce Rosalind Krauss en la escultura (1979), la idea de “teatro posdramático” que plantea Hans- Thies Lehmann (1999) o la aparición del “giro performativo” en las artes occidentales a partir de los años sesenta al que hace referencia Érika Fischer-Lichte (2004).

Les artistas encuentran necesario introducir nuevos términos para ampliar el concepto imperante en el teatro occidental a partir del Renacimiento: performance, acontecimiento escénico, hecho escénico, realización escénica, situaciones, experiencias, teatro-danza, etc. El concepto se vuelve flexible, elástico y dinámico: incluye formas artísticas marginales, no consideradas anteriormente dentro de la categoría de “teatro”.

Creemos que es muy necesario que les artistas de esas diferencias nos encontremos, nos conozcamos, nos confrontemos para tensar un colectivo artístico muchas veces laxo a la hora de reconocer diferencias y establecer en ellas y a partir de ellas, justamente, las fortalezas de lo escénico renovado.



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